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Días de vendimia, nervios a flor de piel

Días de vendimia, nervios a flor de piel

La época de vendimia se realiza entre julio y octubre cada año, es cuando el grado de maduración de la uva llega a su nivel óptimo para producir un buen vino.
Sep 22, 2021

Estos días las bodegas viven momentos muy especiales donde se amontonan toda una serie de sentimientos muy peculiares. A los nervios a flor de piel por la espera a la hora de decidir el mejor día y hora para recoger el fruto de tantos meses de trabajo en las viñas, se suman las miradas inquietas al cielo. Siempre existe el temor que la climatología no estropee unas jornadas llenas de ilusión para recoger aquellos racimos de uvas que serán el principio de los nuevos vinos de la nueva añada.

La vendimia de este año, tiene como grandes protagonistas dos palabras muy determinantes: una añada que se ha normalizado, y una uva que destaca por su gran calidad. Y es que detrás quedan dos años que no han sido nada fáciles: el 2019 y el 2020 donde las lluvias han estado poco o nada convencionales y donde las fuertes temperaturas y la sequía no pusieron las cosas nada fáciles. ¡Toquemos madera!

¿Cuándo comienza la vendimia?

Habitualmente, la vendimia en nuestras bodegas se inicia el mes de agosto con las variedades blancas más tempranas y, según cada caso, se alargan durante todo el mes de septiembre y pueden continuar hasta bien entrado el mes de octubre. El momento elegido para empezar estas jornadas que llenan las viñas de tijeras y de cajas, depende del grado de maduración de la uva y de cada variedad. En esta decisión es muy importante obtener una relación porcentual entre los azúcares y los ácidos en el grano, con un valor óptimo para el tipo de vino que se quiera elaborar al llegar a la bodega. 

Ahora mismo lo comentábamos, las cepas de uva blanca maduran generalmente primero que las negras. Generalmente, la decisión viene marcada por los controles técnicos continuados que se hacen a pie de cepa, pero no podemos dejar de lado aquella intuición que en algún momento influye también en la determinación del viticultor. Los años de experiencia y el exhaustivo conocimiento de aquellas cepas y de aquellos bancales que ven pasar las diferentes estaciones del año, ayudan a tomar aquella decisión necesaria -no exenta de valentía- para decir: "mañana todo el mundo vendrá a vendimiar".

¿Cuáles son los métodos de vendimia?

Como ya sabéis, hay dos métodos básicos de vendimia, la manual, que es el sistema tradicional, con aquellas cajas de 15 a 20 kilos que vemos repartidas por todas las hileras de viñas, y la mecánica, que a lo largo de los últimos años ha mejorado sensiblemente este método de recogida. Evidentemente, cada una de ellas se explica a partir del tipo de cultivo agrícola que determina cada proyecto vitivinícola, de la cantidad de viñas a cosechar, de la topografía de cada una de ellas, etc.

Durante la fase de cosecha de la uva es necesario respetar algunos conceptos fundamentales, es necesario evitar recoger la uva si está mojada, puesto que el agua puede influir en la calidad del mosto; es importante también que los racimos descansen inicialmente en depósitos no demasiados profundos, para evitar que se malogren y, finalmente, la uva tiene que ir transportado a los lugares en los cuales será efectuada la vinificación en el menor tiempo posible, para evitar fermentaciones o maceraciones no deseadas.

¡Ah! Y lo más importante, afortunadamente cuando la uva llega a las bodegas, después de ser cuidada durante meses en la viña, continúa el trabajo de aquellos equipos humanos tan fantásticos que durante días y días ahorrarán horas y horas de sueño y de vida personal para convivir con mangueras, depósitos, tractores, risas, llantos, sudores y sobretodo, ilusiones.

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