Mucho más que vino: el vino social

Hablar de vino social es hablar de compromiso, sostenibilidad, cultura y excelencia. Todos conocemos en mayor o menor medida el proceso de elaboración del vino, pero la singularidad del vino social es que se elabora dentro de un modelo de economía social y colaborativa a través de las cooperativas vinícolas.

Pero más allá de conceptos lo importante es lo que hay detrás. Y es que el vino social busca aunar la calidad y el disfrute del vino con la viabilidad social y medioambiental del medio rural. Porque cuando compras un vino social lo que pagas en la botella se reparte equitativamente entre los socios viticultores, es decir, los beneficios van a parar a centenares de familias catalanas de agricultores.

Julio: Día Internacional de las Cooperativas

Detrás del vino social hay muchas cooperativas vinícolas con una larga historia y tradición. De hecho, la mitad de lo que se produce en Catalunya hoy es vino social. Nada menos que 50 cooperativas que elaboran 1,5 millones de hectolitros de vino al año. Un modelo que ayuda a cohesionar el territorio ya que en muchas localidades lideran la economía local y su misión va más allá de la mera producción, impulsando actividades culturales, sociales y formativas.

La primera semana de julio se celebra el día del cooperativismo. Un movimiento que en la cultura vinícola catalana tiene un fuerte arraigo. Fue a principios del s. XX cuando pequeños agricultores de toda Catalunya se unieron en cooperativas para poder así elaborar y comercializar su vino reduciendo así los intermediarios. Esta iniciativa fue el germen del vino social, consiguiendo preservar su calidad a la vez que se garantizaba la supervivencia del tejido social del campo catalán.

Calidad y precio justo

Muchas veces se cree que la sostenibilidad tiene que ser cara. Pero el vino social demuestra que se pueden degustar grandes vinos de la forma más sostenible. Que se puede acceder a vinos reconocidos, procedente muchas veces de cepas centenarias, pagando un precio justo, tanto para el consumidor como para el productor. Algo que beneficia a todos.

Amor por la tierra, sostenibilidad y respeto hacia los productores y sus raíces. Eso es el vino social. Y eso es en lo que creemos en Viniscoop. Por eso no somos sólo una tienda, sino una forma de entender la cultura y tradición vitivinícola catalana. Una visión que queremos compartir para que cada vez más personas se sumen al vino social y a lo que implica.